El alisado químico del cabello o alisado afro ha formado parte de la historia y la cultura de las mujeres negras y afrodescendientes a lo largo de muchas generaciones.
Técnicas ancestrales de alisado en África
Se ha encontrado documentación acerca de técnicas de alisamiento que se remontan a la época de los antiguos egipcios, quienes utilizaban combinaciones de ingredientes vegetales para lograr una apariencia lisa.
Con el tiempo, el uso de utensilios de calor se convirtió en el método por excelencia para la eliminación del rizo natural del cabello.
Orígenes violentos del alisado moderno
La idea del alisado moderno surge de las torturas infligidas a los esclavizados africanos. La cosmetóloga camerunesa Naturi Ebène, militante panafricanista y convertida por ideología en una pionera del cabello afro, habla sobre el origen del "alisado" y explica que sus orígenes se remontan a la época de la esclavitud.
Simbolismo del cabello rizado africano
El cabello tiene una importancia simbólica en África. Los peinados de aquella época permitían identificar de qué sociedad o región de África era originaria una persona.
A su llegada a las Américas, uno de los castigos que los dueños infligían a los esclavizados era meterles la cabeza en una mezcla de agua y soda cáustica. Aparte de las quemaduras, los otros esclavizados podían observar cómo esta preparación dejaba los cabellos lisos. Los inicios del moderno alisado del cabello habían nacido.
Durante las primeras décadas del 1800, en Estados Unidos, las personas con cabello afro utilizaban una grasa pesada para sujetar el cabello suelto. En algunos casos, era una mezcla de sebo, aceite de palma y aceite de semilla de linaza. Sin embargo, muchos hombres empleaban lubricante (conocido como 'axle grease') como pomada para darle un aspecto liso a su cabello. Esta práctica, combinada con jabones de alta alcalinidad, dañaba la estructura del cabello, volviéndolo seco y quebradizo hasta el punto de provocar una rotura extrema e incluso alopecia (caída del cabello).
Desarrollado en Francia en 1845, el peine de prensado o peine caliente (‘Pressing Comb’) comenzó a utilizarse ampliamente para alisar el cabello.
Desafortunadamente, en el pasado, debido a una falta de protección (como la no utilización de aceites de prensado o cera para rizar) y un escaso control del exceso de temperatura que alcanzaban estos utensilios, en numerosas ocasiones el cabello afro terminaba totalmente chamuscado.
Inicios del alisado químico
Con la abolición de la esclavitud en 1860, lucir un cabello liso, similar al de las mujeres caucásicas de la época, se convirtió en un signo de pertenecer a la sociedad libre. A menudo, este tipo de cabello era un requisito previo para tener acceso a escuelas, iglesias y otros centros sociales.
Garrett Augustus Morgan, pionero del alisado químico
En 1912, Garrett August Morgan, inventor de la máscara de gas y del semáforo, también se convirtió en el primer creador de un alisador químico para el cabello.
Experimentando con un líquido para agujas de máquinas de coser, accidentalmente Morgan descubrió que este no sólo alisaba las telas, sino también el cabello.
Su primer ensayo en vivo fue con un perro Airedale, una raza que tiene el pelo naturalmente rizado. Logró con éxito alisar el pelo del animal.
Con este descubrimiento, el ingenioso inventor aprovechó y probó los productos químicos en su cabello, obteniendo el mismo resultado. Desde entonces, comenzó a alisar su cabello para hacerse pasar por un indio de la reservación Walpole en Canadá, con el objetivo de evitar los constantes actos discriminatorios hacia las personas de tez negra.
En 1913, Morgan fundó la G.A. Morgan Hair Refining Company. La compañía lanzó su producto alisador G.A. Morgan crema refinadora de pelo, basado en los productos químicos alcalinos utilizados para alisar el cabello en su taller casero. Este singular producto generó otras líneas de productos para el cuidado del cabello, como pomadas y otras cremas de mantenimiento para el cabello afro de aquella época. Morgan también creó un peine de dientes curvos prensado para peinar al calor y alisar el cabello.
Madam C.J. Walker y el alisado profesional
A principios del siglo XX, Madam C.J. Walker desarrolló un estilo 'press-and-curl' que combinaba una fórmula de cepillos y alisadores, junto con una amplia gama de productos capilares y de belleza para el cuidado del cabello de personas afrodescendientes. Se convirtió en una empresaria millonaria, a pesar de las adversidades y contratiempos que enfrentó en el mundo racista de hace más de un siglo. Sin embargo, su determinación la llevó a vender cada vez más, y sus productos se volvieron populares, obteniendo un gran éxito comercial.
Evolución de técnicas y productos
El alisado químico, conocido también como 'alisado afro', ganó popularidad durante la primera mitad del siglo XX, alcanzando su punto culminante en la década de 1950. Este tipo de alisado proporcionaba a las mujeres un estilo de peinado que no se rizaba, incluso cuando estaba mojado.
Desde ese momento, en Estados Unidos, se multiplicaron los salones profesionales especializados en cabello afro, con el objetivo de evitar daños en el cabello tratado ya sea térmica o químicamente.
Annie Malone y la educación capilar
En 1917, Annie Malone Turnbo fundó el Poro Beauty College, el primer centro donde se manufacturaban productos para el cabello y se enseñaban técnicas para el cuidado del cabello afro.
Desde entonces, y hasta la sociedad actual en la que la tecnología para alisar el cabello ha avanzado significativamente, el cabello alisado sigue siendo la elección de muchas mujeres y hombres.
Los productos con componentes químicos altamente tóxicos fueron la principal materia prima para la fabricación de productos alisadores y sus respectivas extensiones.
La forma en que los afroamericanos cuidaban su cabello experimentó un cambio gracias a la combinación de relajantes capilares y jabón de lejía alcalina. En 1971, la compañía Proline, fabricantes de Dark and Lovely, produjo y comercializó la primera lejía alisadora. Esta contenía hidróxido de sodio, agua, gelatina de petróleo, aceite mineral y emulsionantes. Esta lejía alisadora debilitaba las estructuras de las proteínas internas del cabello, logrando alisar el cabello afro natural.
Productos alisadores sin lejía
A finales de los 70, las mujeres afroamericanas y los fabricantes de productos de cuidado capilar comenzaron a reconocer los efectos perjudiciales de los alisadores de cabello a base de lejía, que degradaban las proteínas capilares y ocasionaban la rotura y pérdida de cabello. En 1981, Johnson Company, Inc. lanzó un tratamiento más amigable con el cabello, el primer alisador sin lejía. En vez de cloro, su producto relajante empleaba agentes alcalinos menos agresivos, como el hidróxido de potasio e hidróxido de litio. Al inicio del nuevo milenio, muchas marcas de alisadores, incluida Soft & Beautiful, empezaron a desarrollar cremas desrizantes elaboradas con ingredientes herbales y botánicos para el cabello afroamericano.
Popularidad continua del alisado
Aproximadamente un 80% de las mujeres afrodescendientes utilizan algún método para alisar el cabello. Estos métodos pueden variar desde procesos químicos, como alisadores y permanentes suaves, hasta tratamientos de calor como planchas y secadores de cabello.
Las fórmulas alisadoras incluyen aceites protectores, neutralizadores y acondicionadores, que contribuyen a mantener el cabello en un estado más saludable.
Riesgos para la salud del cabello
Los productos químicos de alisado y los tratamientos de calor son procedimientos especialmente agresivos para el cabello ulótrico o rizado. Los rizadores de cabello, las planchas y las pinzas que se usan comúnmente pueden alcanzar una temperatura de 200 grados centígrados. Incluso los secadores que se emplean para alisar utilizan una temperatura lo suficientemente alta como para absorber la humedad del cabello.
Todos estos factores agotan y debilitan el cabello, haciéndolo propenso a los quiebres. Por esta razón, el cabello rizado o afro, al ser sometido a estos tratamientos, debe recibir cuidados con frecuencia para fortificarlo con proteínas, rehidratarlo con humectantes y protegerlo contra la pérdida de humedad. Es esencial que los productos utilizados sean adecuados para estas necesidades específicas. Existen numerosos productos especializados para este tipo de cabello disponibles en el mercado, y continuamente surgen nuevas líneas en la industria de la belleza capilar.
Se recomienda evitar el alisado continuo y permitir que el cabello descanse durante un periodo prolongado por razones de salud, ya que:
☛ El cabello puede comenzar a tener un olor desagradable.
☛ En algunos casos, durante el proceso de aplicación del alisado, puede haber sensación de ardor en el cráneo o incluso quemaduras a causa de la plancha.
☛ Puede causar quemaduras en el cráneo y, en algunos casos, se forman ampollas.
Conclusión
El alisado químico del cabello ha sido una parte integral de la cultura e historia de las mujeres afrodescendientes. Con raíces en las técnicas ancestrales de alisado de los antiguos egipcios, ha experimentado una evolución en cuanto a métodos y simbolismo. Durante la época de la esclavitud, el alisado del cabello tuvo un origen oscuro, siendo resultado de torturas hacia los esclavizados africanos. A medida que avanzó el tiempo, el deseo de tener un cabello liso se asoció con un estatus social y una pertenencia a la sociedad libre. Pioneros como Garrett Augustus Morgan y Madam C.J. Walker contribuyeron a la industria del alisado químico con invenciones y técnicas innovadoras. Sin embargo, a pesar de la popularidad del alisado, los métodos utilizados han sido notoriamente dañinos para el cabello y la salud del cuero cabelludo. En años recientes, ha habido un cambio hacia productos más naturales y amigables con el cabello, pero las prácticas de alisado todavía presentan riesgos. Es esencial que quienes opten por alisar su cabello estén informados y tomen las precauciones necesarias para mantener la salud de su cabello.
